lunes, 27 de enero de 2014

Irnist el Sabio, Sacerdote rúnico



   Irnist, hijo de Rengar Hierro Afilado, conocido ahora como Irnist el Sabio o Irnist Morkai, nació en la isla de Vanaheim, al este de Asaheim, en la tribu de los Martillo de Enemigos.
   El chico nació mudo y siguió así por siempre. Como todos en Fenris tuvo una infancia dura, y como todos en Fenris creció escuchando sagas y leyendas de grandes héroes caídos en batalla que alcanzaron su gloria después de una vida honorable, hasta que al fin celebró la festividad de la adultez.
  
   Nunca le gustó guerrear con otros clanes, así que navegó como comerciante junto a su tío, Farengar el Basto, a bordo del Rompeolas. Cabalgaron las olas del Gran Océano enfrentando tormentas devastadoras y resistiendo los continuos asaltos de los ladrones de las aguas, haciendo trueque con piel de morsa y carne de orca.
  
   Pero todo cambió cuando una oscura y lluviosa noche los cogió por sorpresa, algo normal para ellos, solo que la lluvia torrencial no vino sola. De las entrañas removidas de la profundidad oceánica surgió un monstruo terrible, un horror serpenteante que arremetió contra el Rompeolas sin piedad, con la intención de devorar a todo aquel que había invadido su territorio. Con su primera carga partió el barco por la mitad, haciendo que el cargamento de hombres y material se hundiera junto a los demonios abisales. Cuando se dispuso a acabar lo que había empezado, la bestia advirtió que en lo alto de la parte delantera del barco hundiéndose, peleando contra la adversidad, una figura solitaria aún sostenía un hacha, desafiante y esperando una muerte gloriosa. Cuando la gran serpiente dispuso su ataque, Irnist saltó desde lo que quedaba del barco de su tío blandiendo su arma en lo alto, asiéndola con ambas manos, con el firme deseo de morir con honor y valentía. Tal era su fijación que pareció que la misma tormenta formara parte de su furia y una hélice de relámpagos cayó desde el cielo, atravesando el cráneo del monstruo de arriba abajo, muerto ya antes de hundirse en lo profundo.

   Cuando despertó ya se encontraba de camino al Colmillo en una cañonera Thunderhawk. Desde lo alto, un sacerdote lobo presenció el combate contra la serpiente, viendo potencial en el chico. Desde un principio, los sacerdotes rúnicos del capítulo detectaron el poder de invocar la tormenta y controlar el rayo en su espíritu, así que lo iniciaron en la senda.

   Ahora invoca el rugir de la tormenta, el poder del rayo y el espíritu de la tierra con su férrea e implacable voluntad, sin formar palabra alguna. Aunque hayan pasado casi trescientos años desde aquella oscura y lluviosa noche, Irnist nunca olvidará el momento en el que el destino dispuso el camino que le ha llevado hasta ahora, convertido en un sacerdote rúnico del capítulo Astartes de los Lobos Espaciales, fiel servidor del Emperador y protector de la Humanidad.





    La miniatura está pintada por mi señora, mi habilidad con los pinceles es mucho menor :)

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