jueves, 23 de enero de 2014

2ª Partida de La Campaña de Tártarus

DIARIO DE GUERRA

Sacerdote rúnico Irnist Morkai
Gran compañía de Erik Morkai
Sistema Tártarus
Planeta Eilson
5º Día de campaña

Hoy, cuando salieron los soles, tuve un mal presentimiento. Extrañas energías cargaban el aire. Cuando llegó la noche, todo cobró sentido. Demonios. Las temibles y crueles criaturas de la disformidad habían llegado al planeta, no sé si por voluntad de los dioses o por invocación traidora pero aquí estaban. Organizamos rápidamente las defensas en las ruinas cercanas, llevando dos rhinos con nosotros, más para cubrirnos que para transportarnos pues ante los demonios es mejor aguantar el embite que lanzarse contra sus filas. En medio de la oscuridad, aguardamos. Pasado un tiempo, relámpagos rojos y morados cayeron delante nuestra, corrompiendo el suelo con símbolos oscuros, de los que surgieron una horda de desangradores del Dios de la Sangre, liderados por un príncipe demonio, seguidor de Slaanesh, descargando muerte sobre la manada de Sven, cayendo los hermanos Beren y Bjër bajo el yugo de su magia. No perdimos el tiempo y tanto la manada de Sven como nosotros abrimos fuego a discreción contra los sirvientes sangrientos, quedando sólo uno en pié, que cayó bajo mi hacha. Nada más acabar con los monstruos unos relámpagos verdes y azules cayeron del cielo en la retaguardia, apareciendo de la nada los putrefactos portadores de plaga y los engendros del Dios del Cambio. Al llegar, los engendros de Tzeench escupieron sus llamas disformes sobre la ya menguada manada de Sven, mandando a otros dos hermanos con Morkai. Lo peor llegó cuando el maldito príncipe demonio cargó contra nosotros, desafiándome a combate singular. Antes que nada respondimos con todo lo que teníamos, agujereando el hermano Ödfel el pecho del monstruo con su rifle de fusión. Sin duda acepté, pero la velocidad del desgraciado fué demasiado para mí, por lo que caí fuera de combate a sus pies. El resto de mi manada consiguió herirle de nuevo, cayendo después en tal inferioridad. La manada de Sven dirigió su furia contra los engendros del cambio, aniquilándolos de una pasada, cayendo el mismo Sven por el camino. Los apestados destruyeron uno de los rhinos y lo que quedaba de los de Sven retrocedieron disparando y causaron otra herida al monstruo pero poco pudieron hacer frente a su carga devastadora.

Hemos luchado con valentía y hasta el final.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Hoy a sido mi segunda partida, contra un chaval de la tienda.
Misión y listas:
Aniquilación

Demonios
 -Príncipe demonio de Slaanesh, Aliento apestoso

-8 Desangradores de Khorne

-10 Portadores de plaga

-3 "Engendros" de Tzeench (no se exactamente como se llaman)

Lobos:
-Sacerdote Rúnico, Fauces del mundo lobo, Rayo viviente.

-10 Cazadores grises, puño, 2 rifles de plasma, estandarte
-Rhino

-8 Cazadores grises, rifle de fusión
-Rhino

Primer turno en combate nocturno, había matar al comandante y primera sangre.

Resultado final: 6 - 2

Al final del quinto turno él había conseguido primera sangre, matarme al comandante, el punto del comandante, dos escuadras al completo y un rhino. Por mi parte la de desangradores y los de Tzeench.

Conclusiones: los príncipes demonio hacen honor a su nombre, ha hecho una escabechina, de los demás me habría encargado sin pestañear, pero ese demonio a sido mi perdición. En un futuro intentaré abatirlo a tiros, pues contra iniciativa ocho y arma de energía...mal. Una herida más y habría conseguido dos puntos, comandante muerto más el de unidad muerta, pero Russ no estaba con mis dados.

Conclusión de mi lista: llevar los dos rhinos juntos alarga la vida de mis lobos al poder apoyarse entre ellos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario